Psicoanálisis: de elites, distorsiones, responsabilidades y palabras raras

Si de algo se lo ha venido acusando al psicoanálisis (entre taaaantas otras cosas) es de ser una teoría elitista, sobre todo en lo relativo al lenguaje que utiliza para transmitir sus conceptos. Este débil razonamiento se apoya en que si una teoría usa un lenguaje “complicado”, no es accesible a todos, sino sólo a una élite que pareciera entender ese lenguaje tan ajeno a la humanidad, como si todo el que  lo utilizara de manera más o menos adecuada hubiese nacido hablando raro, y con una capacidad extra sensorial para entender a Freud o a Lacan, u otros referentes: ser psicoanalista- parece- es innato.